Los elementos de la naturaleza

Los 4 Elementos de la Naturaleza


Los 4 Elementos de la Naturaleza


En tiempos antiguos se tomó considerable nota para la comprensión de los elementos, puesto que se les consideraba los ladrillos de construcción del Universo, y muchos creyeron que ellos eran parte también de su estructura básica propia. Los Sabios de esos tiempos los vieron como un reflejo del universo. Estudiaron las estrellas y la naturaleza, y utilizaron la información que reunieron como un método para comprender a su Creador y sí mismos. Todos nosotros ahora vivimos entre naturaleza, aún quienes viven en pueblos y ciudades, y a la mayoría de nosotros nos tranquiliza caminar por el campo o a lo largo de la playa. Pocos de nosotros se toman el tiempo para verdaderamente estudiarlos, pero si nos interesamos en seguir estas creencias antiguas, hallaríamos que la misma naturaleza contiene la clave de mucho conocimiento interno sobre nuestra propia naturaleza, y la parte que desempeñamos en el gran Plan Cósmico. Cada día nos calentamos con Fuego, 
Nos bañamos con Agua, 
Sentimos el Viento en nuestros cabellos, 
Caminamos sobre la Tierra. 
Muchos se pasmarían al darse cuenta que esos mismos elementos se pueden interpretar como funcionando dentro de nosotros. Estamos hechos por las mismas leyes, y estos elementos no sólo se sienten alrededor de nosotros, sino que muy ciertamente se pueden expresar a sí mismos en muchas formas dentro de nuestra naturaleza. A causa de esto los elementos son considerados por algunos como muy importantes y, por analogía, se pueden comparar como sigue: 

Fuego= Deseo , Las Llamas de la Pasión 
Agua = Emociones , Ahogados por la Emoción 
Aire = Pensamiento , La Brisa fresca de la Razón 
Tierra = Estabilidad , Sólido como una Piedra 

Hay muchos dichos que han resultado de estos, y no es por accidente que oímos cosas tales como: Las Llamas de la Pasión (FUEGO) Ahogados por la Emoción (AGUA) La Brisa fresca de la Razón (AIRE) Sólido como una Piedra (TIERRA) Y hay muchas analogías más, si nos interesamos en pensarlas. Mientras más estudiamos la naturaleza, y la comparamos con nosotros, más podemos saber y quizás aprender y a entendernos, y lo especial de nuestra propia individualidad. ¿Alguna vez deseó saber porqué decimos "Dios el Padre," y llamamos al mundo en que vivimos como "la Madre Tierra"? La naturaleza se puede considerar como la Novia y el reflejo de la Creación. El Padre es el Creador, la Madre es quien alimenta a todo lo que se manifiesta en la Tierra - ambos funcionando en polaridad perfecta. Se nos dice que todo en la naturaleza está hecho con los 4 elementos básicos, y vale la pena examinar cómo esto puede afectarnos también. 

Y hay muchas analogías más, si nos interesamos en pensarlas. Mientras más estudiamos la naturaleza, y la comparamos con nosotros, más podemos saber y quizás aprender y a entendernos, y lo especial de nuestra propia individualidad. ¿Alguna vez deseó saber porqué decimos "Dios el Padre," y llamamos al mundo en que vivimos como "la Madre Tierra"? La naturaleza se puede considerar como la Novia y el reflejo de la Creación. El Padre es el Creador, la Madre es quien alimenta a todo lo que se manifiesta en la Tierra - ambos funcionando en polaridad perfecta. Se nos dice que todo en la naturaleza está hecho con los 4 elementos básicos, y vale la pena examinar cómo esto puede afectarnos también. 
Cuando me dicen que si creo, tiendo a decir que sí, que creo, o sea que creo en Dios. Pero también como soy muy rara, también creo en otras cosas: Creo en las personas, sólo a veces; creo en el equilibrio que se representa por el yinyan, posiblemente uno de mis símbolos favoritos; creo en las cuatro fuerzas de la naturaleza, quizás porque aprendí a respetarla gracias a cuentos y leyendas indias; creo en la protección de determinados símbolos, y sobre todo creo que si la gente tiene fé en algo, exista o no, tendrá sus efectos, positivos o negativos. Es por esto que gente con mucha fé se cura cuando los médicos lo han dado por imposible o que personas con muchos problemas tienen una increible energía y fuerza interior. 
Hoy por ejemplo hablaremos de los Cuatro Elementos de la naturaleza. Se ha hablado de ello en la Antigua Grecia, en leyendas y cuentos de la antigüedad (celtas, indios…) y aparecen en la literatura de cada país de una u otra forma, ya sea en poesía o en prosa. 

fuego


El hombre quiere aprender de ellos y muchas veces controlarlos. El control de algo que no depende de tí, que sigue su curso sin necesitarte, suele generar frustración, pero el hombre es tan cabezota que no le importa dañar alguno de los elementos con tal de formar parte, de ser el quinto elemento. (Estupenda peli por cierto) 

¿Cuáles son los 4 elementos? ¿Por qué siempre están presentes en la literatura y la mitología? ¿Con qué se asocia cada elemento? 

El Fuego:es uno de los más importantes de los cuatro. 

aireActividades constructivas: purificar las basuras y cuerpos humanos por medio de la incineración. También se queman las malas yerbas para permitir que se den buenos cultivos. Se ha utilizado para ofrendas en muchas civilizaciones. El fuego permite soldar distintos metales y elementos. El fuego muchas veces se asocia con la magia y la unión: Fuegos de campamento, hogueras de amigos, escenas tórridas frente al fuego.

los 4 elementos : aguaActividad destructiva: quemaduras, edificios en llamas, explosiones, quemas de bosques y en tempestades de rayos y centellas. También en el uso de armas de fuego, bombas, etc. 

Los 4 Elementos de la Naturaleza


El Aire:nos mantiene con vida, si se aprende a respirar de forma pausada se puede usar como método de relajación y también el aire purifica el ambiente que nos rodea. 

tierraActividad benéfica: brisas cálidas o frescas, impulsa los barcos, permiten los vuelos en aviones, los juegos con cometas, molinillos… 

fuegoActividad destructiva: ventiscas, vendabales, ciclones y huracanes. 

aire


El Agua:está relacionado con la energía, con la naturaleza y con sus propiedades de limpieza. 

los 4 elementos : aguaAspectos positivos: purifica al cuerpo físico, es un gran agente limpiador y equilibra las condiciones climáticas. Productor de las cosechas. 

Los 4 Elementos de la NaturalezaActividad destructiva: inundaciones, sequías, naufragios. 

tierra 

La Tierra:
es vital para la producción de los alimentos, para la construcción y mantenimiento de mejores cuerpos físicos. 

fuegoSu acción benéfica: los bellos paisajes, en la vida de las aves, las flores, los minerales y la producción de las cosechas. 

aireSu acción destructiva: terremotos, los volcanes y derrumbes. También la devastación de la tierra acaba generando cambios en la fauna y la flora. 

Por eso es tan importante el equilibrio entre elementos. El Equilibrio que suele ser reprentado por el símbolo del YINYAN, del que hablaremos mañana 

los 4 elementos : agua

El Fuego


Los 4 Elementos de la Naturaleza

El Fuego es deseo. Es entusiasta, calentador, y la chispa de la vida. Es apasionado, emocional, indomable, el más poderoso de las fuerzas de la energía, porque él representa la fuerza del Espíritu. Es una llama que palpita, o una llama que destruye. . . Brilla en el Sol. Danza en el Fuego del hogar, atrae el ojo, y el deseo. Da color a la sangre. Es el pulso de nuestro ser. El Fuego es rojo. Es el calor moderado que mueve con deleite la tierra; el ansia por vivir, la luz por la que vemos. Dinámico, movible, lleno de chispas, atrevido, vital, inteligente en su urgencia. El Fuego es activo, se eleva. Es el principio de la vida. Su esencia es la vida, calienta, compele, excita, propulsa con entusiasmo. Ama la pasión de la juventud. El Verano es Fuego - el silencioso pero penetrante latido del corazón de la creación. Es vida en su plenitud. El Mediodía es Fuego, cuando el Sol quema más fuerte. Es estar de pie con los brazos estirados hacia el dador de vida, de luz y calor que fluyen hacia abajo - un acción de gracias a la alegría, la felicidad y la maravilla de juventud. El Fuego es el Cetro de nuestro nacimiento. Es la intrepidez y la irreflexión del joven. Es el salto de deleite salvaje, el bullicio de la excitación. Es nuestra esperanza, nuestra meta, nuestro deseo, nuestra energía y urgencia por el futuro. Vive. ¡Es! El Fuego yace derretido en el centro de la tierra, pero tiene el poder para abrirse paso a través de la corteza. Es nuestro impulso incontenible, nuestro calor, nuestra fiebre, nuestra pasión por amar u odiar. El Aire abanica sus llamas, pero se necesita de la Tierra para contenerlo. Solo el Agua puede apagarlo. El Fuego no puede construir, aunque es la esencia de "ser." No puede absorber, pero por sí mismo, atrae a otros asu tibieza. Da vida, pero puede destruir la vida que da. Es tenazmente protector, pero se necesita protección contra él mismo. El Fuego es el Padre de la Esperanza y el deseo del Espíritu. Es la fuerza viviente. Somos Fuego. Con nuestra chispa de vida, somos divinos. ¡Vivimos! 

El Fuego dentro de Nosotros

tierra


Si verdaderamente queremos entender los elementos, necesitamos tomarnos el tiempo para estudiarlos e intentar relacionar su conducta con lo que ocurre dentro de nosotros. Por ejemplo, hay una gran diferencia entre la llama del hogar en contraposición a un bosque ardiendo. Uno es tibio e invitador, y el otro puede devastar en su destrucción. ¿Sabes qué hace que una llama continúe ardiendo? Enciende una vela y observa a la llama oscilar en la brisa. Se puede apagar fácilmente por un fuerte viento o un vacío completo- pero la llama de una vela es muy pequeña. De esto, entendemos que el Fuego necesita aire para sostenerse, pero no un ventarrón aullador. El Aire significa pensamiento y razón, y el Fuego significa deseo. ¿Qué aprendemos de esto? ¡El entusiasmo en nuestra naturaleza necesita sostenerse con la constante comunicación y relación, pero razonamiento y lógica en exceso pueden matar nuestro deseo si no es lo suficientemente fuerte en primer lugar, lo mismo que un viento fuerte puede apagar una llama frágil! ¿Cuántas veces te has entusiasmado acerca de algo y después "razonaste" y te convenciste de que no te convenía? ¡Muchas veces, sin embargo, el encuentro con otros puede avivar las llamas, y entonces necesitamos vigilar que no se nos salga de las manos! Las alteraciones emocionales son quizás las cosas más peligrosas, puesto que pueden hundir completamente nuestras esperanzas y deseos, en la misma forma en que el Agua puede apagar al Fuego. Estudia todos los niveles del Fuego, desde la chispa inicial a las poderosas explosiones en la superficie del Sol, y mira las diferentes maneras en que puede comportarse, solo o asociado con los otros elementos. Entonces compáralo con tu propia naturaleza, y ve si puedes relacionarlo dentro de ti o de otras personas. ¡Debe haber algunos resultados interesantes. 

El Agua
El Agua es emoción, sentimientos, sueños y alimento del corazón. Refresca, enfría, es húmedo, fluido, pesado y misterioso, toma la forma de cualquier cosa que lo contiene. El Agua es el alimento de la vida, y esencial para la vida, puesto que todas las cosas emergieron del mar. El Agua apaga la sed de la Tierra hecha estéril por el Fuego y el Aire. El Agua es serenidad. Es azul, claro y pasivo, pero se cuela por las grietas de nuestras defensas. Fluye con nuestro humor, y no se puede agarrar, ya que se resbala por las manos. Es la rápida corriente de una tormenta en ciernes, la pesada espuma a lomos de las mareas del océano. Puede corroer y ahogar. Empero también es la apacibilidad de las ondas en una piscina de cristal. Mueve, mengua, fluye, limpia, alivia. Es el brillo del Santo Grial, sostenido en alto y desbordando con amor, o repentinamente volcado para sofocar con lágrimas. Es el lamento de la alegría o el sollozo de la angustia. "Camina cuidadosamente con tu corazón, pues te atreves a caminar sobre el Agua". El Agua es crepúsculo - el Sol, sombreado en el oeste, y la líquida luna de plata, escalando lentamente para reclamar el cielo oscurecido de las sombras. Es otoño - el temblor de las hojas a medida que pasa el ánimo del verano. 
Corazón del Sol y de todos los Fuegos de la tierra, porque él es el Señor del Elemento Fuego, y reside bajo la jurisdicción del Arcángel Mikael, su Amo. Cuando se le pide protección a Mikael, se puede ver a Djinn fluctuando al lado de Él, ávido de cumplir Sus mandatos, como un magnífico genio de la lámpara. Juntos, estos Grandes Seres poderosos dirigen y controlan el movimiento del Fuego, y las fuerzas de la energía de vida alrededor de la tierra. Quien ve a este Rey Omnipotente dice que se les aparece como una explosión de energía estallando en luz, la forma puntiaguda táctil, dotado con zarcillos de calor al rojo blanco y chispas de Fuego, una vibrante masa de llama viviente. Sus ojos de diamante brillan con la oscuridad de las ascuas de carbón, y su capa va del vibrante amarillo al rojo de la lava fundida cuando hace erupción desde adentro de la profundidad de los iracundos volcanes de la tierra. Este Rey es imponente en magnitud, y tan incontenible y aterrador como una tormenta eléctrica pero, aunque parezca feroz, también puede ser tan gentil y confortante como la trémula luz de una vela en un cuarto oscuro, o el calor moderado de una lámpara en una noche invernal. Se dice que si nos atrevemos a captar su mirada, Djinn nos retendrá inmóviles y cautivos, suspendidos en su mirada fija, a medida que quema hasta llegar a los profundos deseos de nuestros corazones -deseos que laten en el centro de nuestro ser- y que cuando habla el crujido de las hogueras resuena en su voz. Es por la fuerza del poder de Djinn que atrae a las diminutas chispas de luz -las Salamandras de su Reino- bajo su mandato. Luminosos y exigentes, llevan sus linternas dentro de sí mismos, llameantes y chispeantes, titilando y cayendo en forma de cascada mientras lo rodean, estallando con energía en su insistencia por entrar en acción. 
El Agua es Madurez, la hermana de Sentimiento. Cambia. Ajusta. Es el azul jade de la depresión, y el tinte sutil, pasivo de la alegría. Es nuestro ser astral. Forma nuestros pensamientos, pero los pensamientos pueden darle forma. Es empujado e inspirado por los vientos del aire, absorbido en la plenitud de la Tierra, pero en una tormenta amenaza con ahogar el Espíritu, la energía, el deseo de la vida. Porque el Agua escupe en la cara del Fuego. Sólo el Agua puede traer la santidad del amor verdadero, el balance de la armonía. Es engañoso, sutil y huidizo. Tiene fuerza y poder, ritmo y ciclo, caridad y compasión. Es el espejo brumoso de los instintos subconscientes de nuestro pasado, y nuestra necesidad consciente del futuro. El Agua es el murmullo secreto de nuestro corazón, y la reflexión gentil del Espíritu en manifestación. 

El Agua dentro de Nosotros

aire


Las Emociones son tan extrañas e inexplicables como lo es el agua. Ellos surgen dentro de nosotros, a menudo por su propia cuenta, sin tener en cuenta la razón o el pensamiento y, sin control, pueden conducirnos al trauma y la confusión. Muchas veces una persona podrá decir "conozco la lógica del asunto, pero en realidad es un asunto diferente." Cuando estamos heridos a menudo lloramos. Cuando estamos felices a menudo lloramos, y a menos que podamos contener nuestras emociones, podemos anegarnos y a otros con nuestras lágrimas. El Agua necesita ser contenida porque si no corre desenfrenada y desperdiciada. Observa el movimiento de agua cuando cae en forma de cascada, cristalina y clara encima de las rocas de una quebrada, luego compárala con la quietud límpida de un claro herboso junto aun remanso, y cómo se expresan ambas cosas dentro de tu propia naturaleza. Deja correr el agua de la llave y siente su frescura deslizándose entre tus dedos, después intenta recogerla con tus manos. Imagina lo que pasaría si e rompieran las paredes de un dique, o si los ríos se secaran y la temporada de lluvias no llegara nunca. Todo esto se puede comparar con los sentimientos dentro de nosotros, tranquilos y mansos como la quietud de un remanso, o tan furioso e incontrolable como las altas y poderosas olas de un mar tormentoso. El Agua es el gran purificador, limpia y lava el desorden y la mugre, lo mismo que la emoción más elevada de amor puede limpiar y revitalizar nuestro ser interno. El Agua no es ligera y luminosa como el Aire, que representa el coqueteo, y no tiene el calor del Fuego, que es el deseo. Es blanda, límpida, maleable, y se puede contener fácilmente o derramar por el toque del amor. Los pensamientos pueden agitar las ondas del agua, o batirlas en una tormenta. Nuestro Espíritu de entusiasmo puede humedecerse severamente por la emoción incontenida, pero la Tierra y la estabilidad dentro de nosotros se avivan y se enriquece con el fresco y gentil toque de la lluvia. ¿Que tan emotivo eres tú? ¿Puedes contener tus sentimientos para que enriquezcan tu naturaleza, y nutrir y reavivar a quienes están a tu alrededor? ¿O eres demasiado reactivo, rápido en ofenderte, o quizá inmovilizado por miedos irracionales? ¿Qué significan la alegría y la tristeza para ti? ¿Te atreves a permitirte amar verdaderamente? 

El Aire

los 4 elementos : agua


El Aire es pensamiento. Es movimiento, contacto, comunicación, y los impulsos de la mente. Es la flexibilidad de acción - lo rápido, lo alerta, lo chispeante y lo nuevo. Se estira hacia afuera y hacia arriba, hacia abajo y hacia adentro. Es flotante, flexible, cede ante el estado de ánimo, y sin embargo es aún fuerte y persistente. El Aire es primavera, la inocencia y la vibración del principio de una nueva estación, el brote de las hojas desde las semillas de la mente, y la fe en uno mismo, y la creencia en el propio destino. El Aire toca el color del Sol, y capta el pensamiento de la vida. Es la respiración del ser vivo. Si pudiéramos verlo, sería de color Amarillo. El Aire es hijo de la Sabiduría, nuevo en la vida, de ojos abiertos, expectante y apresurándose precipitadamente a la luz. A veces tormentoso, sopla, baila, fastidia, busca, pregunta, desarrolla y respira. Se esfuerza en aprender y enterarse. Puede rugir, aullar y atormentar. Es el suave toque de la inspiración - la fresca brisa primaveral de la razón, danzando en nuestros cabellos cuando caminamos por el valle del descubrimiento. Tiene la inocencia de los corderos retozando en la colina, y el estallido súbito de la luz encima de la oscuridad del horizonte. El Aire es la Espada de nuestra protección, un valiente retador a la voz de la emoción y del deseo. Crece, y en su crecimiento da nacimiento una y otra vez, lanzándose, arrastrando, haciendo olas en las aguas, ondula en los árboles de la tierra y abanicando el fuego del hogar en nuevas llamas. También puede cabalgar en la tormenta de su propia hechura. Sopla polvo en la cara de la estabilidad, convierte las ascuas en un furioso infierno y castiga las peñas en el mar, blanco con el rocío del ventarrón aullante de un amargo viento del este - la razón convertida en un disturbio. El Aire es una idea, un pensamiento objetivo, una llamarada de inspiración e ingeniosidad. Es el brillo del genio, o la inquieta agonía de una mente atormentada. Es el nacimiento de la comunicación, que yace en el Este, donde la fe y el día empiezan. El Aire es el alba de la conciencia a través de las brumas de la inocencia, y es el heraldo de la Inteligencia del Espíritu cuando respira sobre la tierra. 

El Aire dentro de Nosotros


Los 4 Elementos de la Naturaleza

¿Alguna vez te han perseguido las hojas en otoño, y te has reído cuando saltaron sobre tus pies? ¿O has ofrecido la cabeza al viento mientras caminabas en los abiertos espacios del campo? El Aire tiene que ver con nuestro pensamiento y nuestra razón, y para expresarlo necesitamos comunicarnos, lo mismo que una brisa juguetea con nuestros cabellos, luminosa, brillante y fácil. Como elemento, es casi totalmente incontenible pues no podemos verlo. No es sólido como la Tierra, o ardiente como el Fuego, o fluido como el Agua. Si tratamos de cogerlo, obtenemos un manojo de nada, lo mismo que si tratamos de coger un pensamiento, que se resbala de nuestro agarre. Los pensamientos y las palabras no nos pertenecen, así como el Aire no está bajo nuestro control. Probablemente todos hemos experimentado el sentimiento de “tener la mente en blanco", o haber "quedado sin palabras." A menudo hablamos de salir a tomar aire fresco para "despejar las telarañas," pero ¿cuantos de nosotros nos hemos tomado un momento para estudiar el viento y su acción, para luego compararlo con nosotros? Asimila el proceso de comunicación al elemento Aire, y verás cómo el contacto es refrescante y ligero, continuamente en movimiento y cambiable. El Aire no le debe nada a ninguno de los otros elementos, pues él es el amo de su propio destino; sin embargo, cuando está atrapado en bolsillos de agua o de tierra, puede volverse pesado y opresivo por falta de movimiento. El Aire nació para ser libre, así como nuestras mentes deben permanecer claras y ágiles, sin ser nubladas por la emoción o el prejuicio. Demasiada estabilidad puede amortiguar la alerta y la originalidad, pero demasiadas preguntas pueden cegarnos a la simplicidad del sentido común. Compara el viento en las diferentes estaciones del año, desde la ligereza de una brisa primaveral hasta los vientos helados de pleno invierno, y mira cómo pueden afectar a los otros elementos, y a ti y tu naturaleza. ¿Cómo usas tus pensamientos? ¿O tus pensamientos te usan, dominan tu vida? ¿Por qué no comenzar a llevar un diario de lo que percibes sobre ti mismo, y comenzar a buscar quien eres verdaderamente? 

La Tierra

tierra


La Tierra es estabilidad; es todas las cosas que nos traen nutrición, plenitud, y fertilidad. Es nuestra base y nuestra necesidad básica. La Tierra es el terreno bajo nuestros pies, la fundación sobre la que construimos nuestra vida. Es el centro de nuestro sentido común, nuestra sensualidad, y nuestros sentidos. Por ella tocamos, saboreamos, olemos, vemos y oímos con nuestros ojos y orejas. La Tierra es verde. Danza en las hojas, en los campos, y en los setos. Colorea las plantas que surgen a la vida desde los fundamentos de la estabilidad. La Tierra es su fuente raíz, como lo es para nosotros. La Tierra es la media noche. Una oscuridad eterna, donde no podemos ver, pero somos obligados a percibir. Es calurosa, bochornosa y silenciosamente protectora. Es la confiabilidad y la vulnerabilidad de la vejez. El tiempo de conocer y comprender - la parte de nuestra vida donde el crecimiento empieza y finaliza. Es el disco de la materialidad; circular, significando la redondez y plenitud de la naturaleza; el ciclo continuo de la vida; el fénix levantándose de las cenizas, el renacer anual de la tierra. La Tierra es invierno, donde todo aparenta morir, pero sigue viviendo bajo la superficie, debajo de la sólida corteza y en el moderado calor de la tierra. La promesa de un nuevo nacimiento por venir con la primavera, cuando la savia sube por las raíces de todas las cosas vivientes. La Tierra es confiable. Comprende la vida. Es la solidez del futuro, construido sobre los fundamentos del pasado. Es rica y oscura, fuerte e inmóvil. Contiene la sal de nuestras lágrimas y construye desde su refresco, pero puede quedar mustia por el calor de nuestro deseo. Ella nutre la raíz, le da sustento a la felicidad que requerimos. Siente su textura en tus manos. Siente la energía que penetra por las plantas de tus pies, cuando corres descalzo por el césped. 
La Tierra es estar en casa con uno mismo, integrado, sin obsesiones, fecundo y preparándose para todas las cosas. La Tierra es la Madre de la Fuerza, de la Justicia y de la Ley, la base del mundo físico y el habitáculo del Espíritu en manifestación. 

FUEGO 
La Tierra es más contenible y más segura que el Fuego, porque ella es el sustento de la vida, así como nuestra propia estabilidad; puede sostener la vida de una idea, de un deseo o un sueño. Sin este elemento dentro de nuestra naturaleza, no habría fruición de nada, puesto que sin acción, todo quedaría en los reinos de la imaginación. De todos los elementos, es el más fidedigno. Muchas personas buscan seguridad o compañía en animales, pero el tacto de la tierra bajo nuestros pies es la cosa más sólida y fiable que hay. La llamamos la Madre Tierra, por su hermoso Ser verde y fecundo no es una esfera inanimada de roca y piedra, sino el sustento de nuestras vidas. Y así como una madre, a menudo la tomamos por garantizada. La arrasamos, la quemamos y la aramos, pero siempre permanece. Toma un puñado de tierra después de la lluvia, y toca la humedad en su textura. La tierra necesita del agua para evitar que se vuelva yerma y seca, y el agua es emoción, compasión y amor. Requerimos amor y emoción para permanecer estables y evitar que nos sequemos por dentro. La combinación es buena pero, mezclada con demasiada agua, se puede convertir en ríos de barro, ocasionando que nuestra estabilidad resbale. Compara las diferentes texturas de la piedra, la madera, el carbón de leña y la tierra y lasdiferentes fases desde el polvo al barro, o el fresco campo recién sembrado con otro sin arar y sin sembrar. Hay mucho que podemos deducir sobre nosotros mismos a partir de todas estas cosas, al vincular la Tierra con los otros elementos. Los zapatos son una de las cosas más difíciles del hombre civilizado. Quítatelos alguna vez, y percibe tu fuerza y buen humor regresando cuando caminas sobre el césped y atraes energía de la tierra. ¡No tienes que creer que esto sea verdad - sólo ensáyalo! ¿Cuánta tierra hay en ti? ¿Eres confiable, sólido, fidedigno? ¿O estás acosado con preocupaciones emocionales, o deseos obsesivos? ¿Piensas demasiado, dejando que esto altere tu seguridad? ¿Sabes verdaderamente cuan fuerte y capaz eres? Demasiada cantidad de cualquiera de los otros elementos perturbará nuestra estabilidad; pero demasiado poco de ellos para atemperar la Tierra, ocasionará que nos volvamos inertes, aburidos e incapaces de adaptarnos al cambio. 

aire

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